La escultura del hombre que saluda o Greetingman, creada por el escultor coreano Yoo Young-ho, fue inaugurada oficialmente el 20 de enero en la redoma que comunica a Costa del Este con Chanis y el corredor Sur (frente a Santa María Golf & Country Club).
Esta obra, que representa “la esperanza entre los países”, es la segunda colocada en América Latina, ya que en la ciudad de Montevideo, Uruguay hay otra desde 2012.
La estatua de color celeste y de unos 6 metros de altura, muestra a un hombre desnudo, algo fornido y con la cabeza inclinada, mirando hacia sus pies descalzos.
“Mi obra muestra el aspecto humilde del saludo coreano hacia las personas del otro lado del mundo, con la intención de comunicar un mensaje de unidad. Sin una salutación la jornada transcurre de forma rutinaria, no pasa nada”, explica Young-ho, quien asegura además que este acto de cortesía es el preludio para formar amistades y entender nuevos trasfondos culturales.
Yoo Young-ho ha querido extender su cordialidad hacia otras latitudes y concibió una escultura que, en un solo gesto, resume ese acto “tan humano y básico”, como describe.