Texto: Andreína Rodríguez González
Desde el año 2016, la Dirección Nacional de Nutrición y Salud Escolar del Ministerio de Educación (Meduca) dio a conocer la lista de los alimentos recomendados y no recomendados para la venta en los quioscos y cafeterías de las escuelas oficiales y particulares del país.
El inventario abarca alrededor de 40 productos de origen natural sugeridos para la venta, como frutas, carnes blancas y vegetales; mientras otros 28, como los productos procesados, ricos en grasas y harinas quedarían vedados, entre ellos, los snaks, sodas y golosinas.
La medida no solo aplicará dentro de las 3 mil 260 escuelas públicas, ya que el reglamento también incluye a todos los institutos privados y escuelas particulares del país.
Propuesta hecha Ley
La Ley 237, que promueve la nutrición adecuada y estilo de vida saludable en los centros educativos de la República de Panamá, fue aprobada el pasado mes de septiembre de 2017 con el objetivo velar por la buena alimentación de los jóvenes durante el horario escolar.
Según dispone el nuevo marco normativo, el control y supervisión del cumplimiento de la oferta alimentaria en centros educativos pasará a ser funciones del Ministerio de Salud (Minsa) y de Educación (Meduca). En apoyo, también compartirán estas atribuciones la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia y las autoridades municipales.
Sanciones
El incumplimiento de esta ley acarreará sanciones contra los arrendatarios y encargados de kioscos y cafeterías, así como a la directiva de los centros educativos, lo que podría acarrear hasta el cierre del plantel, según adelantó Flavia Fonte, directora de Nutrición de Meduca. “Como los directores de planteles educativos son los encargados de firmar los contratos con los proveedores de alimentos, serán los responsables principales de promover la calidad de lo que se ofrece en sus colegios”, expresó.
Cumplimiento a prueba
En coordinación con la Caja de Seguro Social, se ejecutarán periódicamente pruebas de laboratorio a los estudiantes para continuar evaluando las condiciones de salud de la población estudiantil. De obtenerse resultados desfavorables en determinado número de escolares, se abrirá un caso que será canalizado con las instancias pertinentes.
El objetivo final será mantener permanente monitoreo del estado físico de los jóvenes a fin de que el Estado pueda elaborar los programas pertinentes para promover un hábito de consumo más saludable.
De obtenerse resultados desfavorables en determinado número de escolares, se abrirá un caso que será canalizado con las instancias pertinentes.
Según estadísticas presentadas en la Asamblea Nacional, existe un alto índice de obesidad que pone en peligro a niños, jóvenes y adultos, debido a la ingesta de productos altamente calóricos, destacó en su momento el diputado Iván Picota, promotor del proyecto regulatorio.
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